OPOSITA CON TEST: PROS Y CONTRAS DE ESTUDIAR TUS OPOSICIONES SÓLO MEDIANTE TEST
Seguro que conoces a alguien que únicamente oposita con test o que basa en gran parte su método de estudios en hacer test. Si bien, esta forma puede ser apropiada para determinadas pruebas cuya materia de examen es pequeña (como puede ser el práctico del carnet de conducir) cuando el temario de estudio se multiplica, está demostrado que el método pierde su efectividad y puede llevarte al fracaso.
Si estás leyendo este artículo, es porque te estás planteando seriamente prepararte unas oposiciones, o bien, porque ya has dado el paso y te encuentras inmerso en este proyecto de futuro, que supone alcanzar una plaza de funcionario para toda la vida.
Sea cual sea tu situación, en las próximas líneas vamos a tratar de ofrecerte una serie de consejos o recomendaciones para que no dejes nada al azar y establezcas un plan de estudio y preparación que te garantice la consecución de tu META.
¿En qué consiste un ejercicio tipo test?
Antes de argumentar, por qué estos ejercicios se convertirán en uno de tus mejores aliados, o no, durante el estudio de unas oposiciones, debemos hacer un inciso y explicar qué es un test y por qué está tan relacionado con el estudio de las oposiciones en general.
Básicamente, un examen tipo test es una prueba en la que se desarrollan distintas preguntas sobre alguna materia en concreto (que en oposiciones puede ser sobre el grosso del temario o bien sobre algún bloque de este, si se realizan varios test a lo largo del proceso).
Estas preguntas suelen ir seguidas de una serie de respuestas (generalmente 4) de las cuáles son una será la correcta.
De este modo, el aspirante, deberá ir respondiendo a cada una de las preguntas planteadas seleccionando la respuesta que considere acertada.
También cabe la posibilidad de dejar en blanco aquellas cuya resolución se desconozca. Ya que, insisto, por lo general, las preguntas que se dejan sin contestar no suelen puntuar negativamente.
De hecho, la forma de puntuar estos exámenes en la mayoría de los casos es:
- Asignar 1 punto o una fracción concreta, en función del número de preguntas, por cada respuesta acertada.
- Descontar un tanto por ciento que suele rondar el 0,25-0,33 por cada pregunta errónea.
- Dejar como nula (sin puntuación positiva o negativa) las cuestiones no respondidas.
A menudo estos ejercicios tipo test, suelen alternarse con otros ejercicios más prácticos, como pueden ser el mecanografiado de documentos, la resolución de ejercicios ofimáticos haciendo uso de equipos informáticos, o el desarrollo escrito e incluso oral de temas elegidos al azar por un tribunal, del total de los comprendidos en el temario de la oposición correspondiente.
¿Cómo debo estudiar para superar un examen tipo test?
Esta es, sin lugar a duda, la pregunta del millón. Y conocer su respuesta es lo que puede marcar la diferencia entre el aprobado y el suspenso de tu oposición.
Como hemos dicho en el anterior párrafo, los ejercicios tipo test, no requieren que desarrolles por escrito un tema que previamente hayas memorizado. Éstos precisan una respuesta específica a preguntas concretas. Y su complejidad radica en que dichas respuestas suelen ser muy similares entre ellas, pudiendo, a menudo, diferenciarse por una palabra.
De ahí, que no baste con leer el texto y ser capaz de explicarlo con nuestras palabras. Aunque esto siempre será un primer paso en la consecución de un estudio de calidad. Ya que siempre que seamos capaces de razonar y asimilar lo que estamos estudiando tendremos mucho adelantado a la hora de enfrentarnos a cualquier tipo de examen, incluido un tipo test.
Pero, como decía, no basta con saber expresar lo que nos dicen con nuestras palabras y que suene parecido, tenemos que ser capaces de localizar la respuesta que utiliza las palabras claves que albergan la solución correcta.
Dicho así, esto puede sonar un poco complejo y casi imposible de lograr. Pues bien, aunque no resulta fácil, no vamos a engañarnos, es algo que se puede conseguir si realizamos un estudio correcto. Miles de opositores avalan esto cuando logran su plaza en cada nueva convocatoria.
Por tanto, para enfrentarte a un examen tipo test el procedimiento que deberás utilizar será la memorización del reconocimiento. Que implica entrenar nuestra mente, y, concretamente, nuestra memoria, para que sea capaz de reconocer entre distintas opciones aquella que contiene los conceptos más exactos.
Evitando, como haríamos si utilizásemos una memoria del recuerdo, acumular cientos de datos para reproducirlos en un escrito o una exposición oral.
Consejos para enfrentarte a un tipo test:
- Lectura y comprensión: puede sonar básico, pero es fundamental que vayas teniendo claros los conceptos que tienes que asimilar. Ayúdate con alguna libreta y ve apuntando expresiones y frases que te ayuden a entender mejor.
- Cambia la memorización por el estudio activo: evita almacenar grandes cantidades de información. Sustituye esta práctica por la localización de palabras claves que te permitan identificar de lo que se habla en cada momento.
- Anota aquello que te resulta más complejo: Escribe la posible pregunta y a continuación la respuesta. Ten siempre a la mano estas anotaciones y repásalas de forma habitual, para que logres asimilar estos conceptos, fechas o artículos que más te cuestan.
Los test como aliados del opositor VS sólo Oposita con Test
Si en lugar de comenzar poniendo en práctica lo anteriormente descrito decides basar tu estudio en la realización de cientos de test, con la vaga ilusión de que acabes memorizando las preguntas y las respuestas y cuando llegues al examen las conocerás, prácticamente todas, permíteme decirte que será muy difícil que eso te funcione para aprobar unas oposiciones.
Puede que ese truco sirva si vas a optar al teórico del Carné de conducir. Lo cual tampoco es muy recomendable, ya que lo ideal es que por tu propia seguridad y por la de los demás conozcas toda la normativa vial, pero es cierto que estos exámenes suelen ser bastante recurrentes y las preguntas muy similares siempre y de ahí que practicando con numerosos test logres memorizar las preguntas y aprobar.
Pero en unas oposiciones las preguntas cambian en cada prueba, incluso una misma pregunta puede formularse de múltiples formas, y es ahí donde prima que tengas una buena base de estudio para que puedas resolverlas con éxito. De esta forma, el alumno que solo oposita con test se encuentra en clara desventaja.
Otros materiales y recursos importantes que debes tener en cuenta
Por último, pero no menos importante, además de disponer de una gran variedad de test y que estos tengan la garantía de que sus preguntas están actualizados conforme a todos los cambios legislativos y de cualquier otro tipo que se produzcan durante tu preparación, serán fundamentales también otros recursos y herramientas que te indicamos a continuación:
- Una buena materia prima. Es decir, un temario de calidad y siempre actualizado que será la base sobre las que vayas asentando tus conocimientos.
- Un buen planing de estudio y de repaso, que te permita marcar unos plazos para la realización de estos test, tras el estudio adecuado de cada parte del temario.
- El apoyo de profesionales que estén especializados en la preparación de oposiciones que sabrán guiarte y darte los consejos oportunos para sacar el máximo rendimiento tanto a tu estudio como a la ejecución de las pruebas.
En resumen, los ejercicios tipo test pueden ser un gran aliado para todo opositor, siempre que se consideren como parte de un todo, que supone la preparación integral que hay que llevar a cabo.
Y que su práctica vaya siempre precedida de un estudio específico y su posterior revisión, nos lleve a afianzar y mejorar los conocimientos que vamos adquiriendo.