A 1 de julio de 2025 ya es una realidad la subida salarial del 0,5 % que estaba pendiente desde enero de 2024 para más de 3 millones de empleados públicos.
Este incremento, que los trabajadores de la administración pública cobrarán con efecto retroactivo, completa el total del 2,5 % acordado para el año 2024 y responde a lo establecido en el Acuerdo Marco para una Administración del Siglo XXI, firmado con los principales sindicatos (CCOO y UGT).
¿De cuánto será la subida del sueldo de los funcionarios?
Con este ajuste, la revalorización media en la nómina anual será de unos 168 €, aunque la cifra varía según el grupo profesional. Así, por ejemplo, quienes pertenecen al grupo A1 (como jueces, fiscales o inspectores) recibirán cerca de 182 € adicionales al año, mientras que en el grupo C1 (como auxiliares administrativos) el incremento ronda los 112 €.
El pago de estos atrasos no se hará esperar: se incluirá directamente en la nómina de agosto, algo que sin duda supondrá un pequeño alivio económico para muchos funcionarios, especialmente después del retraso acumulado.
¿Y qué pasa con los opositores?
Para quienes estáis preparando oposiciones, especialmente en ámbitos como Justicia, Hacienda o la Administración General del Estado, esta noticia tiene una lectura doblemente relevante:
Por una parte, confirma la continuidad del compromiso con la función pública. Pese a las demoras, el hecho de que el Gobierno cumpla finalmente con el acuerdo es una señal de estabilidad, algo clave para quienes se plantean su futuro como funcionarios.
Y por otra, viene a reforzar el atractivo del empleo público. Ya que consolida una tendencia en el incremento salarial que viene produciéndose en los últimos años. Desde 2022, los sueldos públicos se han incrementado en torno a un 9,5 % nominal (y cerca de un 9,8 % real). Esto refuerza la idea de que la función pública sigue siendo una opción segura, especialmente en un contexto económico incierto.
Expectativas de seguir mejorando en los próximos años
Desde los sindicatos ya han anunciado que seguirán exigiendo mejoras salariales de cara a los próximos años.
Reclaman, además, que se reactive la mesa de negociación para abordar cuestiones pendientes, como la jornada laboral de 35 horas, la jubilación parcial, la próxima subida salarial para 2025 y, muy importante para los opositores, una Oferta de Empleo Público (OEP) sin tasas de reposición.
Esto último podría abrir la puerta a más plazas y más oportunidades en los próximos años, pero también exige estar preparado para un escenario competitivo.